domingo, 5 de diciembre de 2021

La Dieta de Worms

 La dieta de Worms

Precedentes

Dado la creciente popularidad de las 95 tesis de Lutero, el 15 de julio de 1920 el papa León X publicó la bula titulada "levántate Señor", esta contenía 41 proposiciones en contra de Lutero que lo acusaban como hereje, y le daban un plazo de 60 días para retractarse. Sin embargo, la distribución de a bula no tuvo el éxito deseado, ya que en Wittenberg, se decía que nueve de cada diez alemanes de  estaban con Lutero. En muestra del rechazo a Roma, las imprentas eran asaltadas y las copias de dicha bula eran arrojadas a los ríos. Por si fuera poco, Federico el sabio (duque de Sajonia-Wittenberg) se negaba a entregar a Lutero, por ello, el 12 de agosto de 1520 Roma ordenó la quema de varios libros de Martín, a lo que la respuesta de Lutero no se hizo esperar, y públicamente quemó la bula pontificia ya mencionada. León X excomulgó a  Martín, ocasionando la intensificación de la tensión contra Roma.

La dieta

La dieta de Worms fue una reunión llevada a cabo en 1521, convocada por el emperador Carlos V, en la que asistieron los principales representantes políticos y clérigos de Europa. En dicha reunión se daría solución a diversos asuntos políticos entre los cuales figuraban las Lutero y sus  escritos, por ello fue convocado con el propósito de que se retractara y pidiera perdón a la Iglesia.

Dado el contexto que se había gestado, y para garantizar la presencia de Lutero en la dieta Carlos V le prometió salvoconducto y que podría ser escuchado para luego retirarse de la reunión sin ser ejecutado como había ocurrido cien años antes con Jan Hus. 

Se cuenta que mientras Martín Lutero pasaba por los poblados para llegar a Worms cientos de pobladores se reunían para aclamarle y quemaban la bula donde se le excomulgó. Al llegar a la ciudad de Worms cerca de dos mil personas el esperaban a la entrada de la ciudad e incluso las crónicas narran que la gente subía a los techos de las casas para poder ver a aquel hombre que con sus escritos desafiaba a la poderosa Iglesia católica. 

En la sesión solemne en que se presentó Lutero se encontraban, además del emperador Carlos V, las autoridades mas robustas de Europa. En dicha sesión a Martín se le hicieron dos preguntas puntuales:

1.- ¿Esos veinte libros que están sobre la mesa son de su autoría? 

2.- ¿Se retracta de lo escrito en esos libros?

Martín Lutero contesto a la primera pregunta: sí. Pero para contestar la segunda pidió un tiempo, por lo que se le permitió retirarse y se le convocó nuevamente al día siguiente. Al estar nuevamente ante las máximas autoridades de aquel tiempo y a sabiendas de que pondría en riesgo su vida a lo contestase, respondió: 

"Si no se me convence mediante testimonios de la Escritura y claros argumentos de la razón porque no le creo ni al papa ni a los concilios ya que está demostrado que a menudo han errado, contradiciéndose a si mismos , por los textos de la Sagrada Escritura que he citado, estoy sometido a mi conciencia y ligado a la palabra de Dios. Por eso no puedo ni quiero retractarme de nada, porque hacer algo en contra de la conciencia no es seguro ni saludable. ¡Dios me ayude, amén!"

Después de salir del interrogatorio Lutero exclamó ¡estoy del otro lado! y Carlos V se negó a realizarle un nuevo interrogatorio a pesar de la insistencia de Federico el sabio para que escuchase los motivos de Lutero. Carlos V todavía le dio tres días mas de gracia para que Lutero se arrepintiese, pero él se mantuvo firme y se retiró sin ser  detenido, ya que su salvoconducto tenía una vigencia de 21 días. Martin Lutero salió de Worms el 25 de abril de 1521 y Carlos V dio el "Edicto de Worms" que permitía a cualquier persona matar a Lutero sin temor a consecuencias. En su viaje de regreso, Federico el Sabio hizo secuestrar a Lutero con el fin de protegerlo, pero ese ya será un tema de otro post...

lunes, 29 de noviembre de 2021

La Contrarreforma (Documental)

 La Contrarreforma 

Para mediados del siglo XVII, la Iglesia Católica Romana había perdido gran parte de su poder e influencia en Europa debido al movimiento de "Reforma Protestante", ¿Cuál fue su respuesta ante tal situación? 

En este vídeo damos respuesta a esta y otras preguntas:


https://www.youtube.com/watch?v=-zE8IMi7-tM


lunes, 22 de noviembre de 2021

La Contrarreforma

 La contrarreforma

La contrarreforma fue la respuesta de la Iglesia católica romana al movimiento de reforma protestante iniciada por Martín Lutero en 1517. 

Para mediados del siglo XVII la Iglesia católica había perdido gran parte de su poder e influencia en Europa, debido principalmente a las siguientes razones:

- Reinos enteros como Inglaterra, Dinamarca y Suecia rompieron con la Iglesia católica.

- El movimiento de reforma afectó significativamente las arcas de la iglesia católica, ya que dejó de percibir recursos de los reinos protestantes.

- La gente estaba mas informada gracias a la imprenta.

- Los intereses personales de reyes entraban en desacuerdo con Roma (como en el caso de Enrique VIII).

Ante tal panorama, el movimiento de contrarreforma inició en el Concilio de Trento encabezado por el papa Pablo III y llevado acabo entre los años 1545 y 1563. En dicho Concilio  se dieron reformas estructurales que tenían el propósito de detener el avance del protestantismo en Europa. 

Entre las medidas más significativas acordadas estaban:

- Restablecer la dignidad del papa por medio de su fortalecimiento como figura de autoridad en la Iglesia.

- Castigos para los clérigos que abusen económicamente de los fieles.

- Formación de cajas de ahorro para ayuda a los huérfanos, viudas y ancianos.

- Promoción de la oración, confesión y evaluación de conciencia por parte de los clérigos.

-Eliminación del pago de dinero por las indulgencias.

Aunque los acuerdos anteriores demostraron un redireccionamiento hacia prácticas piadosas, en el mismo Concilio permanecieron los siguientes puntos que mantuvieron una franca incompatibilidad con la Reforma de Lutero:

- Se reafirmó los dogmas para la adoración de la Virgen María y todos los Santos de la Iglesia. 

- Se rechazó las principales doctrinas reformistas de Martín Lutero y Juan Calvino como lo era la salvación únicamente por la fe y la supremacía de las Escrituras.

- Se insistió en que la Iglesia católica es la única que debe interpretar las Escrituras.

- Se reafirmó  que el papa es la máxima autoridad de la iglesia y representante de Dios en la tierra.

- Se mantuvo la doctrina de la existencia del purgatorio.

Debido a la persistencia en los acuerdos anterior, como era de esperarse, se mantuvo la revalidad entre los reinos católicos y protestantes. La crisis entre ambas facciones se agudizó cuando los intereses personales de reyes partidarios de algún bando incitaron a la guerra, generándose así "La guerra de los treinta años" que inició en 1618 y finalizó en el año 1648. Dicha guerra confrontó a las mas grandes potencias europeas en aquel siglo y es considerada por algunos historiadores como la verdadera primera guerra mundial.

martes, 16 de noviembre de 2021

El clero (Documental)

El Clero (Documental)

Durante la edad media, el clero fue tomando roles que iban más allá de la esfera religiosa, y la opinión los clérigos afectaban las decisiones de los reyes y los terratenientes de la época. Esta nueva característica de los líderes de la Iglesia terminó con la división entre sus miembros, quedando establecidos dos grupos con diferencias marcadas, el clero regular y el clero secular. En este vídeo te presentamos información de interés:


https://www.youtube.com/watch?v=bpWa1pnZRBs


lunes, 8 de noviembre de 2021

La peste negra

 La peste negra

Perspectiva clínica 

El origen de esta enfermedad se conoció en 1894, por Alexandre Yersin. La peste es causada por la bacteria Yersinia pestis. Los roedores, pueden portan esta bacteria y se propaga por medio de sus pulgas. Las personas pueden contraer la peste cuando son picadas por una pulga que porta el microorganismo de esta enfermedad a partir de un roedor infectado. 
El tiempo entre el momento de resultar infectado
 y la manifestación de los síntomas generalmente es de 2 a 8 días. Sin embargo, el tiempo puede ser de solo 1 día en el caso de la peste neumónica. Los factores de riesgo para la peste pueden ser una picadura reciente de pulga y la exposición a los roedores, especialmente conejos, ardillas o perros de la pradera, así como también arañazos o mordeduras de gatos domésticos infectados.

La peste puede presentarse de tres formas:

Peste bubónica (infección de los ganglios linfáticos):

La peste bubónica es la forma más frecuente de la enfermedad. Se denomina así por los ganglios linfáticos (bubones) hinchados que generalmente se desarrollan en la primera semana posterior a la infección. Los bubones pueden presentar las siguientes características:

- Se ubican en la ingle, la axila o el cuello.

- Tienen aproximadamente el tamaño de un huevo de gallina.

- Son dolorosos al tacto y de consistencia firme.

Además de las características de los bubones ya mencionados otros signos y síntomas de esta enfermedad pueden ser:

-  Fiebre y escalofríos.

- Dolor de cabeza.

- Cansancio o malestar general.

- Dolores musculares.

Peste neumónica  (infección de los pulmones):

La peste pulmonar afecta los pulmones. Es el tipo menos frecuente de peste, pero es el más peligroso, se puede propagar de un humano a otro. Cuando alguien con peste neumónica tose, gotitas microscópicas que transportan la bacteria se mueven a través del aire. Cualquier persona que las inhale puede contraer la afección. 

Los signos y los síntomas aparecen a las pocas horas de la infección y pueden incluir:

Tos, con sangre.

Falta de aliento.

Náuseas y vómitos.

Fiebre alta.

Dolor de cabeza.

Debilidad.

Dolor en el pecho.

La peste pulmonar tiene un desarrollo rápido y puede causar insuficiencia respiratoria  en tan solo dos días después de contraer la infección. 

Peste septicémica (infección de la sangre):

La peste septicémica se produce cuando las bacterias de la plaga se multiplican en el torrente sanguíneo. Los signos y síntomas incluyen:

Fiebre y escalofríos

Debilidad extrema

Dolor abdominal, diarrea y vómitos

Sangrado de la boca, la nariz, el recto o debajo de la piel

Choque

Oscurecimiento y muerte del tejido en las extremidades.

La peste en la edad media

La peste negra fue un mal que atacó el norte de África, Asia, Oriente Medio y Europa, excepto Islandia y Finlandia. La peste negra o muerte negra fue la pandemia más devastadora de la historia de la humanidad, que afectó a Eurasia en el siglo XIV y que alcanzó un punto máximo entre 1347 y 1353. Es difícil conocer el número de fallecidos, pero modelos contemporáneos los calculan entre 80 a 200 millones en Eurasia y África del Norte. Habría provocado la muerte de entre el 30 % y el 60 % de la población de Europa. 

Para dimensionar el desastre ocasionado por esta enfermedad estudiosos contemporáneos calculan que en 1348 vivía en Florencia unos 120 000 habitantes y que a principios del siglo XV sólo vivían en ella unos 37 000 habitantes.

Un cronista florentino que vivió en carne propia el desolador panorama cuenta: 

“Todos los ciudadanos hacían poco más que cargar cadáveres para que fueran enterrados. En cada iglesia cavaban profundas fosas hasta la napa de agua; y así, aquellos que eran pobres y morían durante la noche, eran recogidos rápidamente y arrojados a la fosa. Por la mañana, cuando un gran número de cuerpos se hallaba en la fosa, tomaban un poco de tierra y la echaban con palas sobre ellos; más tarde otros cadáveres eran depositados sobre ellos y entonces ponían otra capa de tierra, tal como uno hace lasaña con capas de pasta y queso”.

De acuerdo con el conocimiento contemporáneo, la pandemia apareció primero en Asia, para después llegar a Europa a través de las rutas comerciales. Se cree que llegó a Mesina (Italia) y da ahí se disemino por toda Europa. En el Sacro Imperio Romano Alemán, se estima que uno de cada diez habitantes perdió la vida a causa de la peste negra. Hamburgo, Colonia y Bremen fueron las ciudades en donde una mayor proporción de la población murió. 

Las consecuencias sociales de la muerte negra llegaron muy lejos; se acusó a los judíos como los causantes de la epidemia por medio de la intoxicación y el envenenamiento de pozos. Como consecuencia de ese pensamiento, en muchos lugares de Europa se iniciaron matanzas y persecuciones contra los judíos.

Como se ha dicho con anterioridad el principal medio de contagio de la peste eran las picaduras de las pulgas, que abundaban en una sociedad con tan poca higiene. Pese a que es difícil asegurarlo, parece que determinadas ocupaciones estaban más expuestas a padecer peste que otras, siendo más peligroso ser comerciante de telas que, por ejemplo, herrero. 

Con el correr de los años la gente se dio cuenta del peligro de las telas y comenzaron a tomar medidas que tuvieron un efecto positivo en el control de la peste, algunas de las medidas a las que recurrieron fueron:

- Quemar la ropa de los infectados 

- Prohibir la entrada de cargamentos de tejidos en las ciudades. 

- Algunas ciudades se permitía la entrada al viajero solo después de haberse deshecho de las ropas que se traía puestas.

Los médicos de la peste 

En siglo XVII, los médicos que atendían a las víctimas de la peste llevaban un atuendo que desde entonces ha adquirido connotaciones siniestras: se tapaban de pies a cabeza y llevaban una máscara con forma de pico de pájaro. El motivo de la existencia de estas máscaras para la peste era una idea falsa sobre la naturaleza de esta enfermedad, pues se creía que la peste se propagaba por el aire envenenado y que podía generar desequilibrio en los fluidos corporales de una persona. Los médicos de la peste llenaban "el pico" de las máscaras con triaca, una confección farmacéutica de más de 55 hierbas y otros componentes como carne de víbora en polvo, canela, mirra y miel. Se pesó que los perfumes dulces y acres podían fumigar las zonas afectadas por la peste negra y proteger al olfateador.

La vestimenta de "El medico de la peste" se cree que fue diseñada por Charles de Lorme, un medico que atendió las necesidades de muchos miembros de la realeza europea durante el siglo XVII, entre ellos el rey Luis XIII y Gaston d’Orléans, hijo de María de Médici.  Charles de Lorme describió un atuendo que incluía:

- Anteojos. 

- Una máscara con una nariz de 15 centímetros, en forma de pico de ave, llena de perfume y con solo dos agujeros.

- Un abrigo cubierto de cera aromática.

- Los calzones metidos en las botas.

- La camisa metida en el pantalón.

- Un sombrero. 

- Unos guantes hechos de cuero de cabra. 

Los médicos de la peste  llevaban además una vara con la que podían tocar a las los enfermos. 

La peste en la actualidad

La peste se logró controlar cuando se tomó la medida aislar a los pacientes infectados durante un periodo de cuarenta días (cuarentena). Esa misma medida se tomó con aquellos barcos donde había algún tripulante enfermo, la tripulación permanecía en alta mar cuarenta días en el barco  y  si quedaba algún superviviente se le permitía llegar a tierra.

En la actualidad la peste sigue extendiéndose a través de las pulgas de roedores. Esta enfermedad afecta a casi 3.000 personas en todo el mundo, siendo más común en Estados Unidos, Madagascar, China, India y América del Sur. La enfermedad ha tenido rebrotes significativos, como el que se dio en Madagascar en el 2017, donde se registraron 51 casos de peste neumónica y 53 más de peste bubónica. Actualmente el tratamiento con antibióticos y las medidas de prevención han resultado ser eficaces ya que el 85 por ciento de las víctimas actuales sobreviven a la enfermedad.




lunes, 25 de octubre de 2021

La Peste (Documental)

 La Peste

La peste negra o muerte negra fue la pandemia más devastadora de la historia de la humanidad, afectó a Europa, Asia y el norte de África en el siglo XIV, y alcanzó su punto máximo entre los años 1347 y 1353. 

¿Cuál es su origen?

¿De qué manera afectó a la Europa medieval?

¿Por qué los médicos de la peste usaban mascaras tan siniestras? 

¿Cómo se logró controlar la pandemia?

En este vídeo daremos respuestas a estas y otras preguntas:

La peste



lunes, 11 de octubre de 2021

Tiatira

 Tiatira 

El mensaje a las siete iglesias del libro Apocalipsis no se limita a las siete iglesias de la provincia del Asia del tiempo del apóstol Juan, el sentido profético del libro permite establecer que cada mensaje dado a cada iglesia está dirigido a la "Iglesia Cristiana" en cierto periodo de la historia. Por ejemplo, el mensaje a la iglesia de Éfeso fue un mensaje también dirigido a la iglesia primitiva (la iglesia del primer siglo).

Considerando que las iglesias del apocalipsis representan de manera profética a un periodo histórico de la Iglesia a lo largo del tiempo, situamos a “Tiatira” en el periodo medieval. En este post, presento un análisis desde una perspectiva histórica del texto ubicado en Apocalipsis 2:18-29. 

continuación describo cinco características que ayudaran segmentar este análisis: 

Dios conoce y juzga 

18 Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido, dice esto: 19 Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras. 

El fuego consume, es poderoso y alumbra para descubrir aquello oculto. Los ojos como llamas de fuego enfatizan la capacidad del “Hijo de Dios” para indagar en lo profundo de los corazones de los hombres. Por otro lado, en ocasiones en la biblia se asocia el “bronce”  con “juicio o justicia”. Algunas referencias son el altar de bronce en el tabernáculo donde se quemaban las victimas en propiciación por los pecados, también lo vemos en la visión del capitulo 10 del libro de Daniel donde Jesucristo (preencarnado) se presenta para mostrarle a Daniel el juicio que vendría sobre las naciones, y al inicio de Apocalipsis en su capítulo 1 versículo 15. La forma en la cual se presenta Jesucristo para dar el mensaje a Tiatira es como “Dios que conoce y juzga” y bajo esa imponente condición profiere conocer las obras, amor, fe, servicio, paciencia de la iglesia haciendo un especial énfasis en “las obras”. Las obras eran aquellas acciones sacrificiales que hacían las personas en aquel tiempo para alcanzar el favor divino, algunas tenían un propósito noble, como dar limosna a los pobres, pero la mayoría de ellas estaban enfocadas a realizar rituales y tradiciones que solo apaciguaban temporalmente la conciencia de los que las practicaban.

Por mencionar algunos ejemplos de aquellas “obras” propias de la época tenemos la compra de indulgencias, compra de reliquias, largos periodos de ayuno, extensas oraciones e incluso la participación en cruzadas. Las obras durante el medievo ocuparon un preponderante lugar en la sociedad ya que incluso se llegaron a consideraban estas el medio de salvación sustituyendo a la salvación por gracia. 


Tolerancia a la idolatría

20 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos.21 Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. 

¿Quién es esa mujer quien es el motivo del reclamo de Dios? Jezabel significa “púdica”, y en el Antiguo Testamento encontramos que fue esposa de Acab (rey de Israel). En el libro de Reyes, figura como una mujer astuta que introdujo con mayor fuerza la idolatría en el pueblo de Israel, además de una franca persecución contra de los profetas como Elías. En Apocalipsis se hace referencia a que la iglesia de Tiatita “toleraba” las acciones de Jezabel, si bien Jezabel ya había muerto, es claro que en este pasaje se refiere a un “espíritu” o mover que “asemejó” su actuar en la Iglesia durante la edad media. Vale la pena mencionar que en las Escrituras el término “fornicar” se emplea con recurrencia para referirse a la idolatría (infidelidad a Dios) cuando el pueblo de Israel iba en pos de otros dioses. Durante el periodo medieval la Iglesia bajo el liderazgo de los papas fue seducida a la veneración idolátrica de los santos y se enfatizaba la intercesión de estos para alcanzar misericordia de Dios. Por mencionar algunas acciones de “Jezabel”, para el año 786 se empezó a venerar las imágenes y reliquias; en 995 se inició la práctica de canonización de los muertos para devoción y adoración; en cuanto a la práctica litúrgica expresiones como “Santa María madre de Dios ruega por nosotros…” se hicieron más frecuentes en los fieles que “Padre nuestro que estas en los cielos…”. Al igual que Jezabel persiguió a los profetas en la antigüedad, durante la edad media, para 1184 hubo una persecución denominada “Inquisición” que tenía entre uno de sus objetivos aniquilar a todo hombres que se atrevieron a desafiar aquel mover idolátrico y corrupto medieval. Tolerar las acciones de Jezabel en la Iglesia medieval representaba una afrenta a Dios mismo, pero lo que era aún más grave, fue la ausencia del arrepentimiento y persistencia en el pecado (versículo 21), por ello Dios blandió su espada en aquel tiempo. 

El juicio de Dios la peste 

22 He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. 23 Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras. 

La santidad de Dios demanda justicia y ante la falta de arrepentimiento de la Iglesia por su idolatría, el Soberano permitió que “la peste negra”, la enfermedad más mortífera de la historia de la humanidad cobrara entre 80 y 200 millones de vidas para mediados del siglo XIV. Considerando la población mundial, se estima que debido a dicha enfermedad perdió la vida cerca de la tercera parte de la población, no hubo familia de Europa que no fuera visitada por “la muerte negra” como también le decían. 

Los que no tienen esa doctrina 

24 Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré otra carga; 25 pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga. 

Si bien, gran parte de la cristiandad en aquella época cedió a las seducciones de Jezabel, hubo un remanente al cual Dios dirigió los versículos anteriores. ¿Quiénes eran los que no tenían la doctrina de Jezabel? La historia nos dice que en aquel tiempo existieron lugares denominados “monasterios” donde muchos de los mojes ejercían un cristianismo genuino. Se sabe que en ellos lugares se hacían obras de misericordia como recibir a los enfermos de peste negra e incluso monjes perdían la vida con el fin de hacer bien a su prójimo. En los monasterios, a diferencia de lo que ocurría en gran parte de Europa se escudriñaban con profundidad las Escrituras y se buscaba siempre llevarla a la práctica. Estamos seguros que los mojes no fueron las únicas personas a las que fueron dirigidos estos versículos, pero en ellos encontramos un gran ejemplo de aquellas personas que practicaron una fe cristiana digna. 

La autoridad sobre las naciones

26 Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones,27 y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre; 28 y le daré la estrella de la mañana.29 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. 

La promesa dada es para los “que vencieren”, es decir aquellos que no se dejaron influenciar por “Jezabel” y guardaron las obras de Jesucristo. Es importante observar que el texto dice “mis obras” haciendo una distinción entre “tus obras” (versículo 19) el énfasis está en realizar las obras que son congruentes a la voluntad de Jesucristo, y no a la tradición o demandas de los hombres. A los vencedores se les fue prometido de manera profética:

    Autoridad sobre las naciones. Jesús compartirá su autoridad con los vencedores para juzgar la maldad (vara de hierro) de los pueblos. 

    La estrella de la mañana. La estrella de la mañana es como Jesucristo se refiere así mismo, entonces, lo que Jesucristo quiere decir en este versículo es que aquel que venciere tendría una relación personal con él, sin intermediarios. 

miércoles, 6 de octubre de 2021

La 95 tesis

 Las 95 tesis

En este post, te presentamos la traducción al español de las 95 tesis que Martín Lutero clavó en las puertas de la iglesia del palacio de Wittenberg, el 31 de octubre de 1517: 

1. Cuando nuestro Señor y Maestro Jesucristo dijo: "Haced penitencia...", ha querido que toda la vida de los creyentes fuera penitencia.

2. Este término no puede entenderse en el sentido de la penitencia sacramental (es decir, deaquella relacionada con la confesión y satisfacción) que se celebra por el ministerio de los sacerdotes.

3. Sin embargo, el vocablo no apunta solamente a una penitencia interior; antes bien, una penitencia interna es nula si no obra exteriormente diversas mortificaciones de la carne.

4. En consecuencia, subsiste la pena mientras perdura el odio al propio yo (es decir, la verdadera penitencia interior), lo que significa que ella continúa hasta la entrada en el reino de los cielos.

5. El Papa no quiere ni puede remitir culpa alguna, salvo aquella que él ha impuesto, sea por su arbitrio, sea por conformidad a los cánones.

6. El Papa no puede remitir culpa alguna, sino declarando y testimoniando que ha sido remitida por Dios, o remitiéndola con certeza en los casos que se ha reservado. Si éstos fuesen menospreciados, la culpa subsistirá íntegramente.

7. De ningún modo Dios remite la culpa a nadie, sin que al mismo tiempo lo humille y lo someta en todas las cosas al sacerdote, su vicario.

8. Los cánones penitenciales han sido impuestos únicamente a los vivientes y nada debe ser impuesto a los moribundos basándose en los cánones.

9. Por ello, el Espíritu Santo nos beneficia en la persona del Papa, quien en sus decretos siempre hace una excepción en caso de muerte y de necesidad.

10. Mal y torpemente proceden los sacerdotes que reservan a los moribundos penas canónicas en el purgatorio.

11. Esta cizaña, cual la de transformar la pena canónica en pena para el purgatorio, parece por cierto haber sido sembrada mientras los obispos dormían.

12. Antiguamente las penas canónicas no se imponían después sino antes de la absolución, como prueba de la verdadera contrición.

13. Los moribundos son absueltos de todas sus culpas a causa de la muerte y ya son muertos para las leyes canónicas, quedando de derecho exentos de ellas.

14. Una pureza o caridad imperfectas traen consigo para el moribundo, necesariamente, gran miedo; el cual es tanto mayor cuanto menor sean aquéllas.

15. Este temor y horror son suficientes por sí solos (por no hablar de otras cosas) para constituir la pena del purgatorio, puesto que están muy cerca del horror de la desesperación.

16. Al parecer, el infierno, el purgatorio y el cielo difieren entre sí como la desesperación, la cuasi desesperación y al seguridad de la salvación.

17. Parece necesario para las almas del purgatorio que a medida que disminuya el horror, aumente la caridad.

18. Y no parece probado, sea por la razón o por las Escrituras, que estas almas estén excluidas del estado de mérito o del crecimiento en la caridad.

19. Y tampoco parece probado que las almas en el purgatorio, al menos en su totalidad, tengan plena certeza de su bienaventuranza ni aún en el caso de que nosotros podamos estar completamente seguros de ello.

20. Por tanto, cuando el Papa habla de remisión plenaria de todas las penas, significa simplemente el perdón de todas ellas, sino solamente el de aquellas que él mismo impuso.

21. En consecuencia, yerran aquellos predicadores de indulgencias que afirman que el hombre es absuelto a la vez que salvo de toda pena, a causa de las indulgencias del Papa.

22. De modo que el Papa no remite pena alguna a las almas del purgatorio que, según los cánones, ellas debían haber pagado en esta vida.

23. Si a alguien se le puede conceder en todo sentido una remisión de todas las penas, es seguro que ello solamente puede otorgarse a los más perfectos, es decir, muy pocos.

24. Por esta razón, la mayor parte de la gente es necesariamente engañada por esa
indiscriminada y jactanciosa promesa de la liberación de las penas.

25. El poder que el Papa tiene universalmente sobre el purgatorio, cualquier obispo o cura lo posee en particular sobre su diócesis o parroquia.

26. Muy bien procede el Papa al dar la remisión a las almas del purgatorio, no en virtud del poder de las llaves (que no posee), sino por vía de la intercesión.

27. Mera doctrina humana predican aquellos que aseveran que tan pronto suena la moneda que se echa en la caja, el alma sale volando.

28. Cierto es que, cuando al tintinear, la moneda cae en la caja, el lucro y la avaricia pueden ir en aumento, más la intercesión de la Iglesia depende sólo de la voluntad de Dios.

29. ¿Quién sabe, acaso, si todas las almas del purgatorio desean ser redimidas? Hay que recordar lo que, según la leyenda, aconteció con San Severino y San Pascual.

30. Nadie está seguro de la sinceridad de su propia contrición y mucho menos de que haya obtenido la remisión plenaria.

31. Cuán raro es el hombre verdaderamente penitente, tan raro como el que en verdad adquiere indulgencias; es decir, que el tal es rarísimo.

32. Serán eternamente condenados junto con sus maestros, aquellos que crean estar seguros de su salvación mediante una carta de indulgencias.

33. Hemos de cuidarnos mucho de aquellos que afirman que las indulgencias del Papa son el inestimable don divino por el cual el hombre es reconciliado con Dios.

34. Pues aquellas gracias de perdón sólo se refieren a las penas de la satisfacción sacramental, las cuales han sido establecidas por los hombres.

35. Predican una doctrina anticristiana aquellos que enseñan que no es necesaria la contrición para los que rescatan almas o confesionalia.

36. Cualquier cristiano verdaderamente arrepentido tiene derecho a la remisión plenaria de pena y culpa, aun sin carta de indulgencias.

37. Cualquier cristiano verdadero, sea que esté vivo o muerto, tiene participación en todos lo bienes de Cristo y de la Iglesia; esta participación le ha sido concedida por Dios, aun sin cartas de indulgencias.

38. No obstante, la remisión y la participación otorgadas por el Papa no han de menospreciarse en manera alguna, porque, como ya he dicho, constituyen un anuncio de la remisión divina.

39. Es dificilísimo hasta para los teólogos más brillantes, ensalzar al mismo tiempo, ante el pueblo. La prodigalidad de las indulgencias y la verdad de la contrición.

40. La verdadera contrición busca y ama las penas, pero la profusión de las indulgencias relaja y hace que las penas sean odiadas; por lo menos, da ocasión para ello.

41. Las indulgencias apostólicas deben predicarse con cautela para que el pueblo no crea equivocadamente que deban ser preferidas a las demás buenas obras de caridad.

42. Debe enseñarse a los cristianos que no es la intención del Papa, en manera alguna, que la compra de indulgencias se compare con las obras de misericordia.

43. Hay que instruir a los cristianos que aquel que socorre al pobre o ayuda al indigente, realiza una obra mayor que si comprase indulgencias.

44. Porque la caridad crece por la obra de caridad y el hombre llega a ser mejor; en cambio, no lo es por las indulgencias, sino a lo mas, liberado de la pena.

45. Debe enseñarse a los cristianos que el que ve a un indigente y, sin prestarle atención, da su dinero para comprar indulgencias, lo que obtiene en verdad no son las indulgencias papales, sino la indignación de Dios.

46. Debe enseñarse a los cristianos que, si no son colmados de bienes superfluos, están obligados a retener lo necesario para su casa y de ningún modo derrocharlo en indulgencias.

47. Debe enseñarse a los cristianos que la compra de indulgencias queda librada a la propia voluntad y no constituye obligación.

48. Se debe enseñar a los cristianos que, al otorgar indulgencias, el Papa tanto más necesita cuanto desea una oración ferviente por su persona, antes que dinero en efectivo.

49. Hay que enseñar a los cristianos que las indulgencias papales son útiles si en ellas no ponen su confianza, pero muy nocivas si, a causa de ellas, pierden el temor de Dios.

50. Debe enseñarse a los cristianos que si el Papa conociera las exacciones de los predicadores de indulgencias, preferiría que la basílica de San Pedro se redujese a cenizas antes que construirla con la piel, la carne y los huesos de sus ovejas.

51. Debe enseñarse a los cristianos que el Papa estaría dispuesto, como es su deber, a dar de su peculio a muchísimos de aquellos a los cuales los pregoneros de indulgencias sonsacaron el dinero aun cuando para ello tuviera que vender la basílica de San Pedro, si fuera menester.

52. Vana es la confianza en la salvación por medio de una carta de indulgencias, aunque el comisario y hasta el mismo Papa pusieran su misma alma como prenda.

53. Son enemigos de Cristo y del Papa los que, para predicar indulgencias, ordenan suspender por completo la predicación de la palabra de Dios en otras iglesias.

54. Oféndese a la palabra de Dios, cuando en un mismo sermón se dedica tanto o más tiempo a las indulgencias que a ella.

55. Ha de ser la intención del Papa que si las indulgencias (que muy poco significan) se celebran con una campana, una procesión y una ceremonia, el evangelio (que es lo más importante)deba predicarse con cien campanas, cien procesiones y cien ceremonias.

56. Los tesoros de la iglesia, de donde el Papa distribuye las indulgencias, no son ni
suficientemente mencionados ni conocidos entre el pueblo de Dios.

57. Que en todo caso no son temporales resulta evidente por el hecho de que muchos de los pregoneros no los derrochan, sino más bien los atesoran.

58. Tampoco son los méritos de Cristo y de los santos, porque éstos siempre obran, sin la intervención del Papa, la gracia del hombre interior y la cruz, la muerte y el infierno del hombre exterior.

59. San Lorenzo dijo que los tesoros de la iglesia eran los pobres, mas hablaba usando el término en el sentido de su época.

60. No hablamos exageradamente si afirmamos que las llaves de la iglesia (donadas por el mérito de Cristo) constituyen ese tesoro.

61. Esta claro, pues, que para la remisión de las penas y de los casos reservados, basta con la sola potestad del Papa.

62. El verdadero tesoro de la iglesia es el sacrosanto evangelio de la gloria y de la gracia de Dios.

63. Empero este tesoro es, con razón, muy odiado, puesto que hace que los primeros sean postreros.

64. En cambio, el tesoro de las indulgencias, con razón, es sumamente grato, porque hace que los postreros sean primeros.

65. Por ello, los tesoros del evangelio son redes con las cuales en otros tiempos se pescaban a hombres poseedores de bienes.

66. Los tesoros de las indulgencias son redes con las cuales ahora se pescan las riquezas de los hombres.

67. Respecto a las indulgencias que los predicadores pregonan con gracias máximas, se entiende que efectivamente lo son en cuanto proporcionan ganancias.

68. No obstante, son las gracias más pequeñas en comparación con la gracia de Dios y la piedad de la cruz.

69. Los obispos y curas están obligados a admitir con toda reverencia a los comisarios de las indulgencias apostólicas.

70. Pero tienen el deber aún más de vigilar con todos sus ojos y escuchar con todos sus oídos, para que esos hombres no prediquen sus propios ensueños en lugar de lo que el Papa les ha encomendado.

71. Quién habla contra la verdad de las indulgencias apostólicas, sea anatema y maldito.

72. Mas quien se preocupa por los excesos y demasías verbales de los predicadores de indulgencias, sea bendito.

73. Así como el Papa justamente fulmina excomunión contra los que maquinan algo, con cualquier artimaña de venta en perjuicio de las indulgencias.

74. Tanto más trata de condenar a los que bajo el pretexto de las indulgencias, intrigan en perjuicio de la caridad y la verdad.

75. Es un disparate pensar que las indulgencias del Papa sean tan eficaces como para que puedan absolver, para hablar de algo imposible, a un hombre que haya violado a la madre de Dios.

76. Decimos por el contrario, que las indulgencias papales no pueden borrar el más leve de los pecados veniales, en concierne a la culpa.

77. Afirmar que si San Pedro fuese Papa hoy, no podría conceder mayores gracias, constituye una blasfemia contra San Pedro y el Papa.

78. Sostenemos, por el contrario, que el actual Papa, como cualquier otro, dispone de mayores gracias, saber: el evangelio, las virtudes espirituales, los dones de sanidad, etc., como se dice en 1ª de Corintios 12.

79. Es blasfemia aseverar que la cruz con las armas papales llamativamente erecta, equivale a la cruz de Cristo.

80. Tendrán que rendir cuenta los obispos, curas y teólogos, al permitir que charlas tales se propongan al pueblo.

81. Esta arbitraria predicación de indulgencias hace que ni siquiera, aun para personas cultas, resulte fácil salvar el respeto que se debe al Papa, frente a las calumnias o preguntas indudablemente sutiles de los laicos.

82. Por ejemplo: ¿Por qué el Papa no vacía el purgatorio a causa de la santísima caridad y la muy apremiante necesidad de las almas, lo cual sería la más justa de todas las razones si él redime un número infinito de almas a causa del muy miserable dinero para la construcción de la basílica, lo cual es un motivo completamente insignificante?

83. Del mismo modo: ¿Por qué subsisten las misas y aniversarios por los difuntos y por qué el Papa no devuelve o permite retirar las fundaciones instituidas en beneficio de ellos, puesto que ya no es justo orar por los redimidos?

84. Del mismo modo: ¿Qué es esta nueva piedad de Dios y del Papa, según la cual conceden al impío y enemigo de Dios, por medio del dinero, redimir un alma pía y amiga de Dios, y por que no la redimen más bien, a causa de la necesidad, por gratuita caridad hacia esa misma alma pía y amada?

85. Del mismo modo: ¿Por qué los cánones penitenciales que de hecho y por el desuso desde hace tiempo están abrogados y muertos como tales, se satisfacen no obstante hasta hoy por la concesión de indulgencias, como si estuviesen en plena vigencia?

86. Del mismo modo: ¿Por qué el Papa, cuya fortuna es hoy más abundante que la de los más opulentos ricos, no construye tan sólo una basílica de San Pedro de su propio dinero, en lugar de hacerlo con el de los pobres creyentes?

87. Del mismo modo: ¿Qué es lo que remite el Papa y qué participación concede a los que por una perfecta contrición tienen ya derecho a una remisión y participación plenarias?

88. Del mismo modo: ¿Que bien mayor podría hacerse a la iglesia si el Papa, como lo hace ahora una vez, concediese estas remisiones y participaciones cien veces por día a cualquiera de los creyentes?

89. Dado que el Papa, por medio de sus indulgencias, busca más la salvación de las almas que el dinero, ¿por qué suspende las cartas e indulgencias ya anteriormente concedidas, si son igualmente eficaces?

90. Reprimir estos sagaces argumentos de los laicos sólo por la fuerza, sin desvirtuarlos con razones, significa exponer a la Iglesia y al Papa a la burla de sus enemigos y contribuir a la desdicha de los cristianos.

91. Por tanto, si las indulgencias se predicasen según el espíritu y la intención del Papa, todas esas objeciones se resolverían con facilidad o más bien no existirían.

92. Que se vayan, pues todos aquellos profetas que dicen al pueblo de Cristo: "Paz, paz"; y no hay paz.

93. Que prosperen todos aquellos profetas que dicen al pueblo: "Cruz, cruz" y no hay cruz.

94. Es menester exhortar a los cristianos que se esfuercen por seguir a Cristo, su cabeza, a través de penas, muertes e infierno.

95. Y a confiar en que entrarán al cielo a través de muchas tribulaciones, antes que por la ilusoria seguridad de paz.

Por amor a la verdad y en el afán de sacarla a luz, se discutirán en Wittenberg bajo la presidencia del R. P. Martín Lutero, Maestro en Artes y en Sagrada Escritura y Profesor Ordinario de esta última disciplina en esa localidad. Por tal razón, ruega que los que no puedan estar presentes y debatir oralmente con nosotros, lo hagan, aunque ausentes, por escrito. En el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén.



Wittenberg, 31 de octubre de 1517. 

sábado, 2 de octubre de 2021

Las indulgencias (documental)

Las Indulgencias

A lo largo de la historia las “indulgencia” han sido el objeto de grandes polémicas ocasionando grandes cismas en el cristianismo. Fueron uno de los motivos principales por los cuales, según la tradición, el 30 de octubre de 1517 Martín Lutero clavó sus 95 en las puertas de la iglesia de Wittenberg.

¿Cuál es el origen de esta doctrina?

¿Cómo impacto la sociedad medieval?

¿Qué relación tienen con la reforma protestante?

¿Cuál es la postura actual de los cristianos católicos y evangélicos?

En este vídeo daremos respuestas a estas y otras preguntas:


Las Indulgencias Documental


lunes, 27 de septiembre de 2021

Las Indulgencias

 Las Indulgencias 


Origen etimológico 

La palabra Indulgencia proviene del latín indulgentia, que significa “benevolencia” o “conceder”. Por lo tanto, la indulgencia en su sentido estrictamente etimológico es algo que se concede en favor de alguien. 


Historia de las indulgencias

La doctrina de las indulgencias no se originó de forma espontánea. Como muchas otras doctrinas carentes de una base bíblica clara, tuvieron un desarrollo paulatino, cuya evolución histórica se adaptó al contexto cultural y social.

Las practicas más antiguas  consideradas precursoras de esta doctrina tuvieron su origen a en el siglo III, cuando los cristianos eran perseguidos por el Imperio Romano. En aquel tiempo,  algunos cristianos apostataban de su fe debido a la persecución que ponía en riesgo sus vidas; pero cuando los apostatas dejaban de ser perseguidos solían volver al cristianismo arrepentidos y confesaban su pecado. Dada esa circunstancia, los obispos les otorgaban una penitencia publica y severa.  Para reducir la pena que los obispos indicaban los ex-apostatas, estos acudían a otros cristianos que iban a ser martirizados por el Imperio Romano para solicitares una carta llamada "libellum pacis" (certificado de paz), esta carta funcionaba como intercesor ante los obispos para que el sacrificio de mártir permita al ex-apostata reducir la pena que debía sufrir.

Para la Edad Media, surgieron los libros penitenciales (Libri penitentialis) que eran una colección de normas, que prescribían la penitencia que debía imponerse a los pecadores para que se les otorgue la absolución.

En el siglo XI aparecen por primera vez las indulgencias por la remisión de penas temporales otorgadas por el papa o los obispos para cualquier persona que realizase una obra meritoria, tales como la visita a un monasterio recien consagrado o dádivas a los pobres. 

La primera indulgencia plenaria fue concedida por Urbano II a los participantes en la Primera Cruzada en 1095, dicha indulgencia era un documento que otorgaba absolución de las penas por participar en dicha cruzada contra los musulmanes. 

Las indulgencias se pagaban por monedas durante el periodo conocido como el bajo medievo, este periodo abarco del siglos XI al XV, durante estos siglos se observó la plenitud y decadencia de la Edad Media. Para ese tiempo, debido a la avaricia de los lideres clericales, aprovecharon la ignorancia del pueblo cristiano y comenzaron a exigir dinero como condición necesaria para ganar ciertas indulgencias, esto se degeneró a tal grado que se cayó en abusos y engaños, siendo uno de ellos presentar a la indulgencia como un sustituto del arrepentimiento. Los cristianos comenzaron a intercambiar las indulgencias por dinero con la promesa de que así las almas penitentes obtendría la reducción del tiempo en el purgatorio. En aquel entonces, las indulgencias también comenzaron a ser utilizadas para obtener ciertos permisos, por ejemplo, comer carne durante la cuaresma. 

La cúspide de la malicia llego principios del siglo XVI donde las indulgencias se vendían como pan caliente gracias a grandes oradores que empleaban su habilidad en sermones con el fin de manipular, con temor, a las masas. Para prueba de ello, tenemos este extracto del Sermón a las gentes de Zerbst  del dominico Johann Tetzel, en 1517:


¡Oye el grito de tus padres fallecidos!: "¡ten misericordia de mí, ten misericordia de mí! Nuestro castigo es severo y es mucho lo que penamos. Tú que nos puedes salvar de estas agonías con poco que pagues, no haces nada... Te dimos la vida, te alimentamos, te cuidamos y te dejamos nuestros bienes temporales. Si es tan poco lo que lleva el liberarnos, ¿por qué eres tan cruel y nos dejas permanecer aquí, quemándonos y reduciéndonos en las llamas?".

En la reforma

A principios del siglo XV, en Bohemia, el rector de la universidad de Praga Jan Hus, protestó en contra de del tráfico de indulgencias y debido a ello fue condenado a muerte por la hoguera. A pesar de su muerte trágica, los seguidores de Hus  desencadenaron una guerra que duró varios años en contra de la Iglesia Romana. A partir de entonces, hubo un grupo de personas que estaban inconformes con las prácticas corruptas del clero. 

Este dibujo de origen Bohemio titulado “satán vende indulgencias” fue hecho entre los años 1490 y 1510:

Ante la perseverancia del trafico de indulgencias por parte de la Iglesia, en 1517 el fraile alemán Martín Lutero publicó sus 95 tesis en la puerta de la iglesia de Wittenberg. En sus tesis el fraile criticó la decadencia moral de la Iglesia y la corrupción del alto clero, dando lugar al inicio de la Reforma Protestante en Alemania. 


Para entender el contexto histórico y las demandas de Martín Lutero resulta útil leer algunas des sus tesis. A continuación se presentan  las tesis 49, 54, 66, 67, 75 y  76:

49. Hay que enseñar a los cristianos que las indulgencias papales son útiles si en ellas no ponen su confianza, pero muy nocivas si, a causa de ellas, pierden el temor de Dios.

54. Oféndese a la palabra de Dios, cuando en un mismo sermón se dedica tanto o más tiempo a las indulgencias que a ella.

66. Los tesoros de las indulgencias son redes con las cuales ahora se pescan las riquezas de los hombres.

67. Respecto a las indulgencias que los predicadores pregonan con gracias máximas, se entiende que efectivamente lo son en cuanto proporcionan ganancias.

75. Es un disparate pensar que las indulgencias del Papa sean tan eficaces como para que puedan absolver, para hablar de algo imposible, a un hombre que haya violado a la madre de Dios.

76. Decimos por el contrario, que las indulgencias papales no pueden borrar el más leve de los pecados veniales, en concierne a la culpa.

Si bien las Noventa y Cinco Tesis de Lutero fueron determinantes en el movimiento de Reforma contra la venta de indulgencias, no fue sino hasta el concilio de Trento en 1562 que se puso fin a los abusos, y cinco años después, el papa  Pío V revocó todas las indulgencias efectuadas con dinero o limosnas, prescribiendo a los obispos destruir todos los documentos en que tales indulgencias eran concedidas.


Las indulgencias en la actualidad

Actualmente y en palabras de la Iglesia Católica, la definición que se da de indulgencia es:

“La remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos”.

Según esta doctrina todo pecado trae consigo una culpa y una pena, la culpa se borra atreves de la confesión y la pena es el castigo que se merece y que debe ser expiada en la vida o el purgatorio. Una de las formas de pagar las penas es mediante las indulgencias. En la actualidad, naturalmente, las indulgencias ya no son documentos expedidos por el papa que deben ser comprados, sino son acciones, que ayudan a quitar la pena (por ejemplo las peregrinaciones a lugares religiosos).

Por otro lado, de acuerdo con la doctrina evangélica en la actualidad no existe una doctrina análoga con "la doctrina de las indulgencias católicas", ya que se considera que no hay un sustento bíblico claro para esta doctrina, y se establece que el sacrificio de Jesucristo es suficiente para el perdón de pecados, incluyendo la "pena y culpa" del pecador arrepentido.

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