La peste puede presentarse de tres formas:
Peste bubónica (infección de los ganglios linfáticos):
La peste bubónica es la forma más frecuente de la enfermedad. Se denomina así por los ganglios linfáticos (bubones) hinchados que generalmente se desarrollan en la primera semana posterior a la infección. Los bubones pueden presentar las siguientes características:
- Se ubican en la ingle, la axila o el cuello.
- Tienen aproximadamente el tamaño de un huevo de gallina.
- Son dolorosos al tacto y de consistencia firme.
Además de las características de los bubones ya mencionados otros signos y síntomas de esta enfermedad pueden ser:
- Fiebre y escalofríos.
- Dolor de cabeza.
- Cansancio o malestar general.
- Dolores musculares.
Peste neumónica (infección de los pulmones):
La peste pulmonar afecta los pulmones. Es el tipo menos frecuente de peste, pero es el más peligroso, se puede propagar de un humano a otro. Cuando alguien con peste neumónica tose, gotitas microscópicas que transportan la bacteria se mueven a través del aire. Cualquier persona que las inhale puede contraer la afección.
Los signos y los síntomas aparecen a las pocas horas de la infección y pueden incluir:
• Tos, con sangre.
• Falta de aliento.
• Náuseas y vómitos.
• Fiebre alta.
• Dolor de cabeza.
• Debilidad.
• Dolor en el pecho.
La peste pulmonar tiene un desarrollo rápido y puede causar insuficiencia respiratoria en tan solo dos días después de contraer la infección.
Peste septicémica (infección de la sangre):
La peste septicémica se produce cuando las bacterias de la plaga se multiplican en el torrente sanguíneo. Los signos y síntomas incluyen:
• Fiebre y escalofríos
• Debilidad extrema
• Dolor abdominal, diarrea y vómitos
• Sangrado de la boca, la nariz, el recto o debajo de la piel
• Choque
• Oscurecimiento y muerte del tejido en las extremidades.
La peste en la edad media
La peste negra fue un mal que atacó el norte de África, Asia, Oriente Medio y Europa, excepto Islandia y Finlandia. La peste negra o muerte negra fue la pandemia más devastadora de la historia de la humanidad, que afectó a Eurasia en el siglo XIV y que alcanzó un punto máximo entre 1347 y 1353. Es difícil conocer el número de fallecidos, pero modelos contemporáneos los calculan entre 80 a 200 millones en Eurasia y África del Norte. Habría provocado la muerte de entre el 30 % y el 60 % de la población de Europa.
Para dimensionar el desastre ocasionado por esta enfermedad estudiosos contemporáneos calculan que en 1348 vivía en Florencia unos 120 000 habitantes y que a principios del siglo XV sólo vivían en ella unos 37 000 habitantes.
Un cronista florentino que vivió en carne propia el desolador panorama cuenta:
“Todos los ciudadanos hacían poco más que cargar cadáveres para que fueran enterrados. En cada iglesia cavaban profundas fosas hasta la napa de agua; y así, aquellos que eran pobres y morían durante la noche, eran recogidos rápidamente y arrojados a la fosa. Por la mañana, cuando un gran número de cuerpos se hallaba en la fosa, tomaban un poco de tierra y la echaban con palas sobre ellos; más tarde otros cadáveres eran depositados sobre ellos y entonces ponían otra capa de tierra, tal como uno hace lasaña con capas de pasta y queso”.
De acuerdo con el conocimiento contemporáneo, la pandemia apareció primero en Asia, para después llegar a Europa a través de las rutas comerciales. Se cree que llegó a Mesina (Italia) y da ahí se disemino por toda Europa. En el Sacro Imperio Romano Alemán, se estima que uno de cada diez habitantes perdió la vida a causa de la peste negra. Hamburgo, Colonia y Bremen fueron las ciudades en donde una mayor proporción de la población murió.
Las consecuencias sociales de la muerte negra llegaron muy lejos; se acusó a los judíos como los causantes de la epidemia por medio de la intoxicación y el envenenamiento de pozos. Como consecuencia de ese pensamiento, en muchos lugares de Europa se iniciaron matanzas y persecuciones contra los judíos.
Como se ha dicho con anterioridad el principal medio de contagio de la peste eran las picaduras de las pulgas, que abundaban en una sociedad con tan poca higiene. Pese a que es difícil asegurarlo, parece que determinadas ocupaciones estaban más expuestas a padecer peste que otras, siendo más peligroso ser comerciante de telas que, por ejemplo, herrero.
Con el correr de los años la gente se dio cuenta del peligro de las telas y comenzaron a tomar medidas que tuvieron un efecto positivo en el control de la peste, algunas de las medidas a las que recurrieron fueron:
- Quemar la ropa de los infectados
- Prohibir la entrada de cargamentos de tejidos en las ciudades.
- Algunas ciudades se permitía la entrada al viajero solo después de haberse deshecho de las ropas que se traía puestas.
Los médicos de la peste
En siglo XVII, los médicos que atendían a las víctimas de la peste llevaban un atuendo que desde entonces ha adquirido connotaciones siniestras: se tapaban de pies a cabeza y llevaban una máscara con forma de pico de pájaro. El motivo de la existencia de estas máscaras para la peste era una idea falsa sobre la naturaleza de esta enfermedad, pues se creía que la peste se propagaba por el aire envenenado y que podía generar desequilibrio en los fluidos corporales de una persona. Los médicos de la peste llenaban "el pico" de las máscaras con triaca, una confección farmacéutica de más de 55 hierbas y otros componentes como carne de víbora en polvo, canela, mirra y miel. Se pesó que los perfumes dulces y acres podían fumigar las zonas afectadas por la peste negra y proteger al olfateador.
La vestimenta de "El medico de la peste" se cree que fue diseñada por Charles de Lorme, un medico que atendió las necesidades de muchos miembros de la realeza europea durante el siglo XVII, entre ellos el rey Luis XIII y Gaston d’Orléans, hijo de María de Médici. Charles de Lorme describió un atuendo que incluía:
- Anteojos.
- Una máscara con una nariz de 15 centímetros, en forma de pico de ave, llena de perfume y con solo dos agujeros.
- Un abrigo cubierto de cera aromática.
- Los calzones metidos en las botas.
- La camisa metida en el pantalón.
- Un sombrero.
- Unos guantes hechos de cuero de cabra.
Los médicos de la peste llevaban además una vara con la que podían tocar a las los enfermos.
La peste en la actualidad
La peste se logró controlar cuando se tomó la medida aislar a los pacientes infectados durante un periodo de cuarenta días (cuarentena). Esa misma medida se tomó con aquellos barcos donde había algún tripulante enfermo, la tripulación permanecía en alta mar cuarenta días en el barco y si quedaba algún superviviente se le permitía llegar a tierra.
En la actualidad la peste sigue extendiéndose a través de las pulgas de roedores. Esta enfermedad afecta a casi 3.000 personas en todo el mundo, siendo más común en Estados Unidos, Madagascar, China, India y América del Sur. La enfermedad ha tenido rebrotes significativos, como el que se dio en Madagascar en el 2017, donde se registraron 51 casos de peste neumónica y 53 más de peste bubónica. Actualmente el tratamiento con antibióticos y las medidas de prevención han resultado ser eficaces ya que el 85 por ciento de las víctimas actuales sobreviven a la enfermedad.